miércoles, 25 de abril de 2018
HACEMOS... UNA APP
1.
IDENTIFICA LA NECESIDAD:
2.
DEFINE EL PÚBLICO
3.
IDEA UNA SOLUCIÓN
4.
DEFINE LAS FUNCIONALIDADES
7.
TIPOS DE DATOS
8.
PROGRAMA
sábado, 14 de abril de 2018
Píldoras sobre privacidad en las apps
Fuentes: https://bigdata.educaixa.com/es/302-todo-lo-que-las-apps-saben-de-ti#pildora4
PRIMER PÍLDORA
Nuestra intimidad en manos de las apps
Cuando aceptas las condiciones de uso de una app para poder instalarla, estás seguramente dando permiso a la app para que acceda a casi toda la información personal que tienes en tu teléfono: mensajes, agenda, registro de llamadas o tu ubicación en cada momento.
Un estudio de la Universidad de Georgetown analizó las condiciones de uso de las 1.300 aplicaciones más importantes de Google Play Store y concluyó que las apps no informan de manera adecuada sobre el uso que harán de la información que almacenan, y que este acceso a los datos beneficia más a los desarrolladores que a los usuarios.
Otro estudio analizó 110 apps de entre las más populares en Estados Unidos y, gracias a él, se detectó que la mayoría no solo recopila información no necesaria para su funcionamiento y de carácter altamente sensible, como el nombre del usuario, su correo electrónico y su localización, sino que además la comparte con empresas que no pertenecen a la propia compañía desarrolladora de la app, ni a la del sistema operativo (Google o Apple).
Piensa en este escenario: si aceptamos que una de estas apps tenga permiso para acceder a nuestra localización en todo momento, una empresa que ni siquiera conocemos podría tener un resumen detallado de los itinerarios que realizamos a diario y de dónde nos encontramos en cada momento. Este tipo de información permite a las empresas conocer el comportamiento de sus clientes potenciales e incluso ofrecer productos y servicios en tiempo real, cuando pasamos cerca de determinados comercios. Pero es injusto y peligroso que se haga sin nuestro consentimiento.
EL TELÉFONO ESPÍA
Nada te hará entenderlo mejor que el caso de Malte Spitz. Este político alemán decidió pedir a su compañía telefónica todos los datos que habían recopilado sobre él porque, según la ley, cualquier ciudadano tiene derecho a hacerlo. La compañía, Deutsche Telekom, se negó, así que Spitz se vio obligado a poner una denuncia. La empresa cedió entonces y entregó a Malte los datos que su teléfono había recogido en seis meses y que puedes ver en esta dirección: http://bit.ly/1QCqXB8.
Se trata de una hoja de cálculo gigantesca. A esta información, Malte Spitz añadió todos los datos que se desprenden de su cuenta de Twitter, su blog y otras páginas. Datos que son públicos y cualquiera podría recopilar.
Al igual que la hoja de cálculo, este amasijo de información no dice mucho a simple vista pero, gracias a la visualización de datos, Malte Spitz consiguió demostrar algo escalofriante.
Si consultas el gráfico que Spitz elaboró con la información y publicó en su página, verás sobre un mapa cada uno de sus movimientos durante esos seis meses. Y no solo eso: también podemos ver cuándo realiza una llamada, cuándo manda un mensaje, cuándo toma un tren o un avión, cuándo está durmiendo o cuándo se conecta a internet.
Observar el gráfico de Malte Spitz es impresionante, pero lo es más pensar que puede elaborarse otro similar de cualquiera de nosotros.
SEGUNDA PÍLDORA
Apps con letra pequeña
Para tener una imagen clara de hasta qué punto las apps de tu teléfono pueden invadir tu privacidad sin una justificación evidente, lo mejor es que examinemos unos ejemplos concretos sobre las políticas de cesión de derechos e información de determinadas apps:
LINTERNA PARA ANDROID
Para instalar esta app, necesitas dar permiso para que acceda a tu historial de aplicaciones y a tu dispositivo, es decir, para saber qué aplicaciones se están ejecutando, cuál es tu actividad, qué páginas web visitas y cuáles son tus favoritos. Pero no solo eso, también te pide acceso a tus fotos y vídeos, a la cámara, al micrófono, a la información sobre la conexión wifi, al ID del dispositivo y a tus datos de llamada. Y ¡tú lo único que quieres es que el móvil te sirva como linterna!
SPOTIFY
Cuando instalas Spotify, la app pide permiso para conectarse a tu cuenta de Facebook. Si se lo das, no volverá a preguntarte y, a partir de entonces, todos tus contactos sabrán qué canciones escuchas en cualquiera de tus dispositivos.
FACEBOOK E INSTAGRAM
En el caso de estas dos redes sociales, cuando subimos cualquier imagen o vídeo hecho por nosotros, automáticamente estamos cediendo una serie de derechos respecto a nuestra Propiedad intelectual sobre dichos contenidos, pero el Derecho de autor sigue siendo nuestro y, por tanto, no pueden vender las fotos o vídeos que hayamos subido a la plataforma.
Facebook lo ha reiterado en numerosas ocasiones después de recibir protestas de muchos de sus usuarios que temían entrar un día en una web y ver que una marca estaba usando una de sus fotos como contenido publicitario sin su consentimiento. No es legal vender el contenido publicado en estas redes con fines publicitarios sin nuestro permiso.
Los derechos que otorgamos son los necesarios para que, tanto Facebook como Instagram, puedan mostrar el contenido que subimos de forma pública y compartir la información con el resto de usuarios de la plataforma o con aquellos que especificamos.
SNAPCHAT
Snapchat se rige por unos permisos legales muy similares a los de Facebook e Instagram, aunque, a diferencia de Facebook, Snapchat elimina lo que publicamos de sus servidores una vez leído. La compañía también especificó que las capturas de pantalla que hacen los usuarios de las publicaciones son factores que escapan a su control.
WHATSAPP
Si tienes instalado WhatsApp en tu smartphone, es muy probable que no sepas que, a través de las cookies, esta app puede acceder a tu lista de contactos y saber qué buscas en internet.
Según los términos legales que aceptas de esta app, esto es lo que puede hacer en tu teléfono:
Acceder a tu lista de contactos para obtener los números de teléfono. Según la compañía, no recopila nombres, direcciones de domicilios o correos electrónicos.
Si visitas la web de WhatsApp, en tu ordenador quedarán almacenadas cookies aun después de que cierres tu navegador. Con estas cookies tu navegador enviará información a los servidores de WhatsApp, indicando cosas como tu IP, el tipo de navegador que usas, las páginas que visitas y el orden en que lo haces, los dominios de estas páginas, el número de clics y el tiempo que permaneces en cada una de ellas.
La aplicación también recopila tus estados, es decir, cuando pones que estás ocupado o disponible, así como tus fotos de perfil, además de la información de cuándo te conectaste por última vez.
Puede mostrar tu cuenta y tu foto de perfil a cualquier usuario de cualquier país que tenga tu número de teléfono, aunque tú no quieras. Para evitarlo, tienes que bloquear al usuario.
Las fotografías, vídeos, audios, contactos y ubicaciones que envíes a través de esta aplicación permanecerán por algún tiempo en los servidores de la compañía.
TERCERA PÍLDORA
Protegiendo mis datos: cómo mantener a raya a las apps
Las apps están obligadas a cumplir con la normativa de cookies y avisar al usuario. Por otro lado, las apps también tienen que avisar, en las políticas de privacidad, de que esos datos pueden cederse, dando la opción al usuario de no prestarlos para esa finalidad en concreto, ya que es secundaria a la función que ofrece la app. En el caso de que las la cookies sean estrictamente necesarias para prestar el servicio solicitado por el usuario, no tendrán por qué pedir su consentimiento, aunque sí deberá figurar el uso de estas cookies en el aviso legal de la app.
Es cierto que la gran mayoría de las aplicaciones van a utilizar los permisos de acceso que les otorgamos para una finalidad legítima y no van a hacer un uso indebido de la información que puedan manejar. Además, las aplicaciones que podemos encontrar en las tiendas de apps han sido revisadas y validadas desde el punto de vista de la seguridad.
Pero también es cierto que en el mercado pueden “colarse” apps poco fiables, que pueden hacer un mal uso de nuestra información. En algunas ocasiones los datos pueden ser destinados a usos adicionales a los previstos para la aplicación, sin que el usuario sea consciente de ello, y normalmente con el objetivo de generar ingresos por otras vías.
Por este motivo, cuando estemos descargando una app en nuestro smartphone o en nuestra tableta, es conveniente que prestemos atención al paso en el que se aceptan los permisos de acceso que la aplicación solicita.
Los propios consumidores facilitan el seguimiento que las apps hacen de ellos cuando no prestan atención a las condiciones de uso de los servicios y de las aplicaciones que utilizan. Es responsabilidad del usuario informarse de las implicaciones que tiene el uso de estos productos. Pero lo habitual es hacer clic en el botón “Aceptar” sin haberlo hecho, también en el caso de las cada vez más frecuentes aplicaciones de geolocalización a través del smartphone.
Si nos descargamos una nueva app, es recomendable que llevemos a cabo las siguientes comprobaciones:
MÉTODOS DE CONTROL DE NUESTROS DATOS
En Europa y Estados Unidos ya se han puesto manos a la obra para proteger la intimidad de los usuarios, si es que se pudiera ver comprometida. En España, la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) está examinando las condiciones de privacidad que existen en torno a las aplicaciones móviles más populares conjuntamente con autoridades italianas, inglesas, francesas y alemanas.
Pero se pueden utilizar otros recursos para proteger nuestra privacidad. Hay aplicaciones que sirven para limitar los permisos de uso de otras aplicaciones. Un ejemplo es App Ops, para controlar las aplicaciones Android de un modo fácil y sencillo.
Además de apps, existen múltiples maneras de controlar la información que cedemos a las apps, determinadas por el sistema operativo que tenga nuestro dispositivo móvil. Generalmente se puede gestionar a través del Market Place o los Ajustes del móvil.
CONCLUSIÓN:
La conclusión para el Pew Research Center, que ha analizado los datos de la Universidad de Georgetown, es clara: las aplicaciones recopilan demasiada información de los usuarios a partir de una variedad de permisos demasiado amplia.
La protección de la información privada se ha convertido en una preocupación de los usuarios, cada vez más concienciados sobre los perjuicios a los que se verían expuestos si alguien malintencionado accediera a sus datos. El almacenamiento de información puede suponer un riesgo para la privacidad de los usuarios.
Las grandes compañías de diseño de aplicaciones para los dispositivos que tenemos al alcance de la mano durante las 24 horas de los siete días de la semana lo saben casi todo de nosotros: dónde estamos en cada momento, qué estamos haciendo y con quién, en qué gastamos nuestro dinero e incluso dónde nos iremos de vacaciones el próximo verano.
Debemos prestar atención a las condiciones que nos imponen las apps y conocer los mecanismos para preservar nuestra intimidad.
Se pueden utilizar los servicios que internet nos ofrece, ya que son muy útiles, pero sabiendo qué obtienen ellos de nosotros a cambio, cuáles son nuestros derechos y qué deben respetar.
CUARTA PÍLDORA
Apps capaces de todo
Disponemos de apps para casi todo lo que te imaginas: apps para hacer más inteligente tu ciudad, formarte por tu cuenta, gestionar tus citas y tu historial médico, conocer la mejor oferta cultural, cuidar de animales, encontrar objetos perdidos, desengancharte de tu adicción al móvil, jugar a través de la realidad virtual, etc.
En cuanto a sectores más genéricos como urbanismo, educación, salud o cultura, existen todas estas propuestas:
En el ámbito del urbanismo puedes encontrar plataformas como apps4citizen que presentan un listado de apps en relación con las smart cities: sobre movilidad, economía, activismo, empoderamiento, turismo, medio ambiente, etc.
EDUCACIÓN
En el campo de la educación, puedes saciar tu curiosidad sobre todo lo que se te ocurra con la extensa oferta de apps educativas. Hay apps para aprender idiomas, geografía, historia, astronomía, lengua, ciencia, anatomía, programación, física o matemáticas.
SALUD
En el sector de la salud existen también infinidad de apps de Digital Health que sirven para consultar cuadros médicos, gestionar citas u obtener información y consejos sobre enfermedades concretas, como el cáncer, la diabetes, el autismo o el sida.
CULTURA
Para temas culturales existen apps que utilizan la geolocalización para enseñarte todo lo que está pasando cerca de ti. Puedes usarlas para no perderte conciertos, exposiciones, actividades deportivas, comercios nuevos, restaurantes interesantes, visitas cuando vas al extranjero, etc.
Pero la oferta de apps es muy amplia y también abarca finalidades tan curiosas como las expuestas a continuación:
LOCALIZACIÓN
Existen apps que pueden localizar los objetos que sueles perder, como llaves o gafas de sol. Solo tienes que colocar en ellos unos pequeños adhesivos y la app te dirá dónde se encuentran exactamente.
MASCOTAS
Hay incluso apps para cuidar de nuestras mascotas. Nos informan de cosas como dónde está prohibida la entrada de animales, y sirven también para conocer información sobre su raza, compartir sus fotos con otros usuarios, controlar sus vacunas y su alimentación o saber cómo ayudar a otros animales en malas condiciones.
ADICCIÓN AL MÓVIL
Incluso existen aplicaciones para controlar tu adicción al móvil o lo que se conoce con el nombre de nomofobia, ese miedo o ansiedad incontrolable a estar lejos del teléfono. Primero determinan si existe una relación de dependencia y, en caso afirmativo, ponen límites de uso que garanticen una relación sana y equilibrada con nuestros smartphones.Para realizar el diagnóstico toman datos como las veces que desbloqueamos nuestro móvil a lo largo del día, qué apps son las que más usamos y durante cuánto tiempo, etc. En caso de sufrir nomofobia, algunas de estas apps proponen retos e incluso competiciones con tus amigos y familiares para ver quién es capaz de aguantar más tiempo con el móvil en modo avión.
REALIDAD VIRTUAL
La realidad virtual abre un nuevo campo para nuestras apps, sobre todo en el mundo de los videojuegos. Empresas como Nintendo ya están explorando cómo dotar de una nueva dimensión a clásicos como Pokémon. En el campo del Digital Health también se está incorporando la realidad virtual con el fin de ayudar a los pacientes a superar fobias, haciéndoles vivir sus miedos para que consigan superarlos.
PRIMER PÍLDORA
Nuestra intimidad en manos de las apps
Cuando aceptas las condiciones de uso de una app para poder instalarla, estás seguramente dando permiso a la app para que acceda a casi toda la información personal que tienes en tu teléfono: mensajes, agenda, registro de llamadas o tu ubicación en cada momento.
Un estudio de la Universidad de Georgetown analizó las condiciones de uso de las 1.300 aplicaciones más importantes de Google Play Store y concluyó que las apps no informan de manera adecuada sobre el uso que harán de la información que almacenan, y que este acceso a los datos beneficia más a los desarrolladores que a los usuarios.
Otro estudio analizó 110 apps de entre las más populares en Estados Unidos y, gracias a él, se detectó que la mayoría no solo recopila información no necesaria para su funcionamiento y de carácter altamente sensible, como el nombre del usuario, su correo electrónico y su localización, sino que además la comparte con empresas que no pertenecen a la propia compañía desarrolladora de la app, ni a la del sistema operativo (Google o Apple).
Piensa en este escenario: si aceptamos que una de estas apps tenga permiso para acceder a nuestra localización en todo momento, una empresa que ni siquiera conocemos podría tener un resumen detallado de los itinerarios que realizamos a diario y de dónde nos encontramos en cada momento. Este tipo de información permite a las empresas conocer el comportamiento de sus clientes potenciales e incluso ofrecer productos y servicios en tiempo real, cuando pasamos cerca de determinados comercios. Pero es injusto y peligroso que se haga sin nuestro consentimiento.
EL TELÉFONO ESPÍA
Nada te hará entenderlo mejor que el caso de Malte Spitz. Este político alemán decidió pedir a su compañía telefónica todos los datos que habían recopilado sobre él porque, según la ley, cualquier ciudadano tiene derecho a hacerlo. La compañía, Deutsche Telekom, se negó, así que Spitz se vio obligado a poner una denuncia. La empresa cedió entonces y entregó a Malte los datos que su teléfono había recogido en seis meses y que puedes ver en esta dirección: http://bit.ly/1QCqXB8.
Se trata de una hoja de cálculo gigantesca. A esta información, Malte Spitz añadió todos los datos que se desprenden de su cuenta de Twitter, su blog y otras páginas. Datos que son públicos y cualquiera podría recopilar.
Al igual que la hoja de cálculo, este amasijo de información no dice mucho a simple vista pero, gracias a la visualización de datos, Malte Spitz consiguió demostrar algo escalofriante.
Si consultas el gráfico que Spitz elaboró con la información y publicó en su página, verás sobre un mapa cada uno de sus movimientos durante esos seis meses. Y no solo eso: también podemos ver cuándo realiza una llamada, cuándo manda un mensaje, cuándo toma un tren o un avión, cuándo está durmiendo o cuándo se conecta a internet.
Observar el gráfico de Malte Spitz es impresionante, pero lo es más pensar que puede elaborarse otro similar de cualquiera de nosotros.
SEGUNDA PÍLDORA
Apps con letra pequeña
Para tener una imagen clara de hasta qué punto las apps de tu teléfono pueden invadir tu privacidad sin una justificación evidente, lo mejor es que examinemos unos ejemplos concretos sobre las políticas de cesión de derechos e información de determinadas apps:
LINTERNA PARA ANDROID
SPOTIFY
En el caso de estas dos redes sociales, cuando subimos cualquier imagen o vídeo hecho por nosotros, automáticamente estamos cediendo una serie de derechos respecto a nuestra Propiedad intelectual sobre dichos contenidos, pero el Derecho de autor sigue siendo nuestro y, por tanto, no pueden vender las fotos o vídeos que hayamos subido a la plataforma.
Facebook lo ha reiterado en numerosas ocasiones después de recibir protestas de muchos de sus usuarios que temían entrar un día en una web y ver que una marca estaba usando una de sus fotos como contenido publicitario sin su consentimiento. No es legal vender el contenido publicado en estas redes con fines publicitarios sin nuestro permiso.
Los derechos que otorgamos son los necesarios para que, tanto Facebook como Instagram, puedan mostrar el contenido que subimos de forma pública y compartir la información con el resto de usuarios de la plataforma o con aquellos que especificamos.
SNAPCHAT
Según los términos legales que aceptas de esta app, esto es lo que puede hacer en tu teléfono:
Acceder a tu lista de contactos para obtener los números de teléfono. Según la compañía, no recopila nombres, direcciones de domicilios o correos electrónicos.
Si visitas la web de WhatsApp, en tu ordenador quedarán almacenadas cookies aun después de que cierres tu navegador. Con estas cookies tu navegador enviará información a los servidores de WhatsApp, indicando cosas como tu IP, el tipo de navegador que usas, las páginas que visitas y el orden en que lo haces, los dominios de estas páginas, el número de clics y el tiempo que permaneces en cada una de ellas.
La aplicación también recopila tus estados, es decir, cuando pones que estás ocupado o disponible, así como tus fotos de perfil, además de la información de cuándo te conectaste por última vez.
Puede mostrar tu cuenta y tu foto de perfil a cualquier usuario de cualquier país que tenga tu número de teléfono, aunque tú no quieras. Para evitarlo, tienes que bloquear al usuario.
Las fotografías, vídeos, audios, contactos y ubicaciones que envíes a través de esta aplicación permanecerán por algún tiempo en los servidores de la compañía.
TERCERA PÍLDORA
Protegiendo mis datos: cómo mantener a raya a las apps
Las apps están obligadas a cumplir con la normativa de cookies y avisar al usuario. Por otro lado, las apps también tienen que avisar, en las políticas de privacidad, de que esos datos pueden cederse, dando la opción al usuario de no prestarlos para esa finalidad en concreto, ya que es secundaria a la función que ofrece la app. En el caso de que las la cookies sean estrictamente necesarias para prestar el servicio solicitado por el usuario, no tendrán por qué pedir su consentimiento, aunque sí deberá figurar el uso de estas cookies en el aviso legal de la app.
Es cierto que la gran mayoría de las aplicaciones van a utilizar los permisos de acceso que les otorgamos para una finalidad legítima y no van a hacer un uso indebido de la información que puedan manejar. Además, las aplicaciones que podemos encontrar en las tiendas de apps han sido revisadas y validadas desde el punto de vista de la seguridad.
Pero también es cierto que en el mercado pueden “colarse” apps poco fiables, que pueden hacer un mal uso de nuestra información. En algunas ocasiones los datos pueden ser destinados a usos adicionales a los previstos para la aplicación, sin que el usuario sea consciente de ello, y normalmente con el objetivo de generar ingresos por otras vías.
Por este motivo, cuando estemos descargando una app en nuestro smartphone o en nuestra tableta, es conveniente que prestemos atención al paso en el que se aceptan los permisos de acceso que la aplicación solicita.
Los propios consumidores facilitan el seguimiento que las apps hacen de ellos cuando no prestan atención a las condiciones de uso de los servicios y de las aplicaciones que utilizan. Es responsabilidad del usuario informarse de las implicaciones que tiene el uso de estos productos. Pero lo habitual es hacer clic en el botón “Aceptar” sin haberlo hecho, también en el caso de las cada vez más frecuentes aplicaciones de geolocalización a través del smartphone.
Si nos descargamos una nueva app, es recomendable que llevemos a cabo las siguientes comprobaciones:
- Leer atentamente los permisos que solicita la app. Verificar los permisos de uso que solicita cada app. Acceso a la lista de contactos, agenda, fotos y vídeos, sms, etc. Si no crees que para el funcionamiento sea necesario aceptar tantos permisos, sencillamente desinstala la app.
- Revisar la antigüedad de la app en el mercado. Una simple consulta de su fecha de aparición o del número de descargas que tiene puede resultar muy significativa.
- Revisar los comentarios y las opiniones de las apps. Echar un vistazo a las opiniones de las personas que ya se la han descargado nos puede dar información muy importante.
MÉTODOS DE CONTROL DE NUESTROS DATOS
En Europa y Estados Unidos ya se han puesto manos a la obra para proteger la intimidad de los usuarios, si es que se pudiera ver comprometida. En España, la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) está examinando las condiciones de privacidad que existen en torno a las aplicaciones móviles más populares conjuntamente con autoridades italianas, inglesas, francesas y alemanas.
Pero se pueden utilizar otros recursos para proteger nuestra privacidad. Hay aplicaciones que sirven para limitar los permisos de uso de otras aplicaciones. Un ejemplo es App Ops, para controlar las aplicaciones Android de un modo fácil y sencillo.
Además de apps, existen múltiples maneras de controlar la información que cedemos a las apps, determinadas por el sistema operativo que tenga nuestro dispositivo móvil. Generalmente se puede gestionar a través del Market Place o los Ajustes del móvil.
CONCLUSIÓN:
La conclusión para el Pew Research Center, que ha analizado los datos de la Universidad de Georgetown, es clara: las aplicaciones recopilan demasiada información de los usuarios a partir de una variedad de permisos demasiado amplia.
La protección de la información privada se ha convertido en una preocupación de los usuarios, cada vez más concienciados sobre los perjuicios a los que se verían expuestos si alguien malintencionado accediera a sus datos. El almacenamiento de información puede suponer un riesgo para la privacidad de los usuarios.
Las grandes compañías de diseño de aplicaciones para los dispositivos que tenemos al alcance de la mano durante las 24 horas de los siete días de la semana lo saben casi todo de nosotros: dónde estamos en cada momento, qué estamos haciendo y con quién, en qué gastamos nuestro dinero e incluso dónde nos iremos de vacaciones el próximo verano.
Debemos prestar atención a las condiciones que nos imponen las apps y conocer los mecanismos para preservar nuestra intimidad.
Se pueden utilizar los servicios que internet nos ofrece, ya que son muy útiles, pero sabiendo qué obtienen ellos de nosotros a cambio, cuáles son nuestros derechos y qué deben respetar.
CUARTA PÍLDORA
Apps capaces de todo
Disponemos de apps para casi todo lo que te imaginas: apps para hacer más inteligente tu ciudad, formarte por tu cuenta, gestionar tus citas y tu historial médico, conocer la mejor oferta cultural, cuidar de animales, encontrar objetos perdidos, desengancharte de tu adicción al móvil, jugar a través de la realidad virtual, etc.
En cuanto a sectores más genéricos como urbanismo, educación, salud o cultura, existen todas estas propuestas:
En el ámbito del urbanismo puedes encontrar plataformas como apps4citizen que presentan un listado de apps en relación con las smart cities: sobre movilidad, economía, activismo, empoderamiento, turismo, medio ambiente, etc.
EDUCACIÓN
En el campo de la educación, puedes saciar tu curiosidad sobre todo lo que se te ocurra con la extensa oferta de apps educativas. Hay apps para aprender idiomas, geografía, historia, astronomía, lengua, ciencia, anatomía, programación, física o matemáticas.
SALUD
En el sector de la salud existen también infinidad de apps de Digital Health que sirven para consultar cuadros médicos, gestionar citas u obtener información y consejos sobre enfermedades concretas, como el cáncer, la diabetes, el autismo o el sida.
CULTURA
Para temas culturales existen apps que utilizan la geolocalización para enseñarte todo lo que está pasando cerca de ti. Puedes usarlas para no perderte conciertos, exposiciones, actividades deportivas, comercios nuevos, restaurantes interesantes, visitas cuando vas al extranjero, etc.
Pero la oferta de apps es muy amplia y también abarca finalidades tan curiosas como las expuestas a continuación:
LOCALIZACIÓN
Existen apps que pueden localizar los objetos que sueles perder, como llaves o gafas de sol. Solo tienes que colocar en ellos unos pequeños adhesivos y la app te dirá dónde se encuentran exactamente.
MASCOTAS
Hay incluso apps para cuidar de nuestras mascotas. Nos informan de cosas como dónde está prohibida la entrada de animales, y sirven también para conocer información sobre su raza, compartir sus fotos con otros usuarios, controlar sus vacunas y su alimentación o saber cómo ayudar a otros animales en malas condiciones.
ADICCIÓN AL MÓVIL
Incluso existen aplicaciones para controlar tu adicción al móvil o lo que se conoce con el nombre de nomofobia, ese miedo o ansiedad incontrolable a estar lejos del teléfono. Primero determinan si existe una relación de dependencia y, en caso afirmativo, ponen límites de uso que garanticen una relación sana y equilibrada con nuestros smartphones.Para realizar el diagnóstico toman datos como las veces que desbloqueamos nuestro móvil a lo largo del día, qué apps son las que más usamos y durante cuánto tiempo, etc. En caso de sufrir nomofobia, algunas de estas apps proponen retos e incluso competiciones con tus amigos y familiares para ver quién es capaz de aguantar más tiempo con el móvil en modo avión.
REALIDAD VIRTUAL
La realidad virtual abre un nuevo campo para nuestras apps, sobre todo en el mundo de los videojuegos. Empresas como Nintendo ya están explorando cómo dotar de una nueva dimensión a clásicos como Pokémon. En el campo del Digital Health también se está incorporando la realidad virtual con el fin de ayudar a los pacientes a superar fobias, haciéndoles vivir sus miedos para que consigan superarlos.
miércoles, 11 de abril de 2018
¿Cuánto pagamos por los datos?
De acuerdo al video, se aclara esa incertidumbre que solemos tener acerca de porque muchas de esas empresas creadoras de ciertas aplicaciones, venden nuestra información a otras empresas, como de markenting o publicidad, con el objetivo de saber nuestros gustos, cualidades o atributos, para saber como convencernos mas fácil con los productos que vayan a ofrecer.
La verdad a mí no me parece algo tan malo, pues si se usa solo de esta manera (para marketing y nuestra seguridad) siempre y cuando solo haya un grupo en especifico de autoridad que manipulen esa información, no creo que sea tan malo esa invasión a nuestra privacidad, con esa información utilizada correctamente pueden preever muchos casos trágicos.
LAS APPS QUE MÁS TRIUNFAN
domingo, 8 de abril de 2018
1. ¿Qué es Roaming?
a. Almacenamiento de llamadas.
b. Un punto de conexión con Robots y drones.
c. Capacidad de enviar y recibir llamadas.
d. Incrementación de calidad de voz y velocidad de llamada.
2. ¿Qué es latencia?
a. Reemplazamiento de la Sim Card física, por una digital.
b. Lo que tardan dos celulares en responderse.
c. Acceder a videos de alta definición en tiempo real.
d. Mejoramiento de las potencias de las antenas produciendo más conexiones.
PERFIL DEL "APP-ADICTO"
CUESTIONARIO
1. ¿Cuál es el día preferido para descargar apps?
a. Lunes.
b. Viernes.
c. Domingo.
d. Sábado.
2. ¿Cómo se descubren la mayoría de celulares?
a. A través de buscadores de las tiendas
b. Por redes sociales.
c. A partir de los medios y por promociones.
d. Ninguna de las anteriores.
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